Y al final de la noche, y de la lluvia, cuando el cielo empezó a pintarse de azul oscuro, anunciando el alzamiento de un nuevo día, no me quedaban toallas ni trapos secos, ni ganas de secar la casa, ni de sacarme a mí de la caja.
Quiero contarte algo
Y al final de la noche, y de la lluvia, cuando el cielo empezó a pintarse de azul oscuro, anunciando el alzamiento de un nuevo día, no me quedaban toallas ni trapos secos, ni ganas de secar la casa, ni de sacarme a mí de la caja.